¿Con quién tenés buenas conversaciones?
¿Con quién tienen conversaciones los dueños, directores y gerentes generales de empresas cuando tienen dudas, desafíos, o dilemas, cuando están trancados, cuando quieren explorar una oportunidad, o cuando quieren validar una idea?
[ ] Con nadie. O sea, conmigo. Medito. Hago deporte.
[ ] Con mi pareja, mis padres, mis hijos, un hermano.
[ ] Con mi socio. Con un inversor. Con el dueño.
[ ] Con mi equipo de gerentes.
[ ] Con un asesor / contador / abogado
[ ] Con amigos.
[ ] Con colegas.
[ ] Con un grupo de mentores y referentes.
Todas las opciones son buenas, válidas, y seguro que sirven.
Y cada una tiene sus ventajas, pero también sus limitaciones.
¿Somos conscientes de estas limitaciones? ¿Qué sesgo tiene cada interlocutor?
Y cómo nosotros mismos nos limitamos en la conversación que planteamos con cada uno?
Los Grupos de Pares ofrecen una alternativa con algunas diferencias y ventajas interesantes.
Te entienden
Te entienden y te respetan como un igual. Sus historias, logros, expectativas, desafíos y miedos, son como las tuyas.
Con ellos te podés mostrar como sos, sin máscaras de éxito.
Te desafían
Te desafían.
Te preguntan.
Te incomodan.
Te cambian la perspectiva.
Son incansables.
Te cuidan y respetan tu confianza
No te deben nada
Solo regalarte su mejor pregunta, apreciación, o sugerencia.
No dicen solamente lo que te gustaría escuchar.
No se guardan nada.
No se dejan engañar
No compran demasiado rápido tus entusiasmos o tus frustraciones.
Siempre tienen una pregunta,
una perspectiva, una sugerencia,
un camino diferente.
Te confrontan
Te presionan a que te reveles, a que seas concreto, a que encares.
Se dan cuenta si tratas de esconderte, de evadir, de poner excusas.
Y son elegantes para decirte “pica!”
Te reclaman rendir cuentas
Y antes, te proponen que te comprometas.
No olvidan. No perdonan.
Y son incondicionales en animarte
y en ayudarte a destrancar.
Conversar con método
Conversaciones cortas y efectivas.
Que te mueven.
Al grano y sin dar vueltas.
Sin filosofía barata.
Con punto final y conclusiones.
Se puede hablar de todo
Se puede conversar de cualquier tema.
Personal, profesional, empresarial.
No hay conflictos que limiten o incomoden hablar de cualquier cosa.
Confidencialidad
La confidencialidad está cuidada explícitamente en todas las conversaciones.
Lo que se habla en las reuniones individuales y grupales, queda allí.
Lealtad extrema
Ninguna conversación puede afectar o estropear la relación entre los miembros del grupo.
Solo las fortalece.
El grupo existe para tener conversaciones difíciles.
Libertad de expresión
Tus pares son totalmente libres
de sugerir y recomendar lo que mejor les parezca.
No tienen ningún interés personal en lo que finalmente vos decidas hacer.
Cambio de perspectiva
El grupo siempre encuentra otras preguntas y perspectivas que no habías visto antes, o que estabas evitando o subestimando.